El bodyboard es una actividad de carácter acuático, pero se hace tumbado boca abajo sobre la tabla. La idea de la tabla especialmente adaptada para ello fue ideada por Tom Morey en 1971.[1]
La tabla se usa con el tren superior del cuerpo. Se apoya el torso dejando espacio para mover los brazos y piernas y así nadar con las aletas. Con el bodyboard se hacen acrobacias que necesitan cierta forma física y agilidad, pero también, lo puede practicar cualquier persona de cualquier edad, desde niños a ancianos.
Su tamaño puede variar en función de la altura y peso del rider. Hay tres estilos o maneras de deslizarse sobre la tabla: tumbado (prone), con una pierna arrodillada (dropknee) y de pie (stand-up). De estas tres modalidades la primera es la más extendida y la que caracteriza a dicha actividad.